La estatua antigua que encontraron los nazis y estaba esculpida en un meteorito
REDACCION
BBC MUNDO
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La
estatua, de 24cm de altura, pesa 10
kg y se llama el Hombre de hierro.
Una antigua estatua que fue encontrada por una
expedición nazi en la década de 1930 fue tallada en un valioso meteorito.
Investigadores dicen
que el objeto, de 1.000 años de edad y con una esvástica esculpida en el
estómago, fue hecho con un raro material de hierro que tiene un alto contenido
de níquel, indica Matt McGrath, reportero de la BBC.
Según la estimación
de los científicos, el pedazo puede ser parte del meteorito Chinga, que
aterrizó en la Tierra
hace unos 15.000 años.
Los hallazgos
aparecen en la revista Meteoritics and Planetary Science.
Orígenes desconocidos
La historia parece
más un guión cinematográfico, cual saga de Indiana Jones, que una sobria
investigación científica.
La estatua fue
descubierta en el Tíbet, en 1938, por el científico alemán Ernst Schafer. Su
expedición era financiada por nazis, en particular por Heinrich Himmler, jefe
de las SS.
Himmler decía que la
raza aria se originó en el Tíbet, y por eso quiso recuperar objetos en la zona.
La esvástica, tal
vez el signo de la iconografía nazi más recordado, también es un símbolo de
gran importancia en algunas religiones asiáticas.
La estatua llegó a
Alemania, donde entró a formar parte de una colección privada y no se supo más
de ella hasta 2007.
Cuando un nuevo
dueño se la mostró a Elmar Buchner, el profesor de la universidad de Stuttgart
se dio cuenta de inmediato de que era un meteorito: "Incluso a 10 metros, estaba seguro
de que era un meteorito", le dijo a la BBC.
Buchner dijo que la
pista para darse cuenta de que era un meteorito la vio en unas pequeñas
impresiones generadas por el derretimiento de la superficie. Un análisis
posterior mostró que se trataba de un raro tipo de ataxita, una clase de meteorito
que no se suele encontrar en la
Tierra.
"Es rico en
níquel y en cobalto. Menos del 0,1% de todos los meteoritos y menos del 1% de
los meteoritos de hierro son ataxitas, por lo que es el tipo más raro de
meteoritos que puedes encontrar", dijo Buchner.
La
expedición para recobrar la estatua fue financiada por jefes nazi.
Los meteoritos han
sido vistos como un signo de actividad divina por muchas culturas a través del
tiempo. Cuchillos y joyas fueron hechas de meteoritos de hierro por los Inuit,
una antigua comunidad esquimal.
Los científicos
alemanes y austriacos que trabajaron con Buchner se sorprendieron al ser
capaces de asociar la estatua a un evento específico en la historia de los
meteoritos.
Invaluable
Los investigadores
creen que la estatua fue tallada en un pedazo del meteorito Chinga, que cayó en
la región fronteriza del este de Siberia con Mongolia hace unos 15.000 años.
Los restos del
Chinga se encontraron en 1913 por exploradores que buscaban oro, pero el trozo
del que se esculpió la estatua se recogió muchos siglos antes.
"Estábamos
bastante sorprendidos por los resultados", le dijo Buchner a la BBC.
"Está bien, es
un meteorito; pero lo que más me sorprendió fue que pudiéramos determinar que
la estatua sale del Chinga".
Los científicos
creen que la estatua representa al Dios Vaisravana y data de la era pre-budista
de la tradición Bön, que existió en Asia hace unos mil años.
"Si estamos en
lo cierto, si la estatua es de la cultura Bön y del siglo XI, su precio es
absolutamente inestimable y se trata de un objeto único en todo el mundo",
observó Buchner.
Ni la persona que
esculpió la estatua ni los nazis tenían idea de que se trataba de una rara
clase de meteorito.
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