Jack Angel – El hombre que sobrevivió a la combustión espontánea
El 12 de noviembre de 1.974 Jack Angel, estaba atravesando Savannah en Georgia, Jack era un hombre que poseía una buena salud, vendía ropa y utilizaba una caravana en ocasiones, para desplazarse. Esa noche, había aparcado la caravana, en el aparcamiento de un motel, donde debería haber dormido, pero a causa de una equivocación, su habitación no estaba libre, por lo que Jack decidió dormir en la caravana, y despertarse al día siguiente, para encontrarse con un cliente, después de haberse puesto el pijama, Jack se tumbó en el sofá cama y se durmió. Cuando se despertó era la media noche y habían pasado cuatro días, intentó sentarse y notó unas extrañas quemaduras en su cuerpo, que en principio no le dolían. La mano derecha estaba quemada en ambos lados, desde la muñeca a la punta de los dedos, estaba completamente negra, como si se hubiese cogido a un cable eléctrico incandescente. Tenía también un agujero en el tórax, que parecía como si hubiese explotado, las piernas estaban...
Para completar la información que proporcionais en el podcast sobre el artículo del Dr. Van Lommen en el Lancet, es interesante leer la respuesta que escribió Van Lommen al artículo publicado por Michael Shermer en su columna "Sceptic" para Scientific American (Marzo 2003)
ResponderEliminarLa respuesta de Van Lommel está disponible en la web:
http://www.vanrein.be/essays/evidence.pdf
Además, el estudio que dio lugar al artículo de Lancet del 2001, ha llevado a Pim Van Lommel a desarrollar un modelo de "non-local conciousness", que ha explicado en artículos como http://iands.org/research/important-research-articles/43-dr-pim-van-lommel-md-continuity-of-consciousness.html o en su último libro "Consciousness Beyond Life: The Science of the Near-Death Experience".
Personalmente he tenido la oportunidad de conocer a Van Lommel, con quien tuve la oportunidad de cenar en una ocasión junto con el Dr. Melvin Morse y es una excelente persona además de un gran profesional de la medicina.
Un saludo
Luis