FAB (Fuerzas Aéreas Brasileñas) Persigue OVNIS en Anápolis



Página Fenomenun por el Equipo CIPEX

Introducción.
En abril de 1982, varios OVNIS son captados por radares de la Aeronáutica. El evento ocurrió el 28 de abril de 1982, apenas 79 días después del famoso caso VASP vuelo 169, ocurrido el 8 de febrero del mismo año.

El incidente comenzó alrededor de las 22 horas y 25 minutos, cuando comenzaron a surgir señales no identificadas en el radar de la Base Aérea de Anápolis, del estado de Goiás. Estos objetos, se desplazaron entre los puntos 080/110 grados, con proa aproximada de 290 grados. Estas características llevan a los controladores a creer, en un primer momento, que se trataba de una escuadrilla de helicópteros. Debido al movimiento de aproximación de estos objetos, los controladores informaron al Teniente Alves, que a su vez informó al Teniente Daltro, que era el jefe controlador del Centro de Operaciones Militares de Vuelo (COpM).

Dos cazas de la Fuerza Aérea Brasileña, que ya se encontraban en vuelo de entrenamiento, fueron enviados para identificar el origen de las señales. Después de algún tiempo, los pilotos avistaron uno de los objetos luminosos sobre la región de Anápolis. Los pilotos se aproximaron al extraño objeto, que repentinamente apagó sus luces, ocasionando la perdida del contacto visual. Con la perdida del contacto visual, los pilotos retornaron a la base y posteriormente pudieron observar las señales anómalas captadas por el radar. Estos objetos, volvieron a surgir entre los puntos 080/110 grados, desapareciendo en el punto 260/290 grados.

Poco tiempo después, otros dos pilotos despegaron en misión de entrenamiento. Antes de seguir sus maniobras de entrenamiento, estos fueron enviados, para verificar el origen de las señales. Esta vez no hubo contacto visual, pero durante un corto espacio de tiempo, hubo registro en los radares de las aeronaves. Mas tarde, al final del entrenamiento, uno de los pilotos que se aproximaba a la pista 6, fue alertado por el controlador, de que había un objeto no identificado en el radar, a las 12 horas de su posición. En este instante, el piloto avistó un objeto luminoso, cuya luz oscilaba. El extraño objeto y el caza se encontraban a 4.800 pies (unos 1463 metros) de altitud. Como el caza se encontraba muy próximo al extraño objeto, el piloto maniobró a la derecha para evitar una posible colisión. Durante la maniobra el piloto tuvo la impresión de que el objeto también ejecutaba una maniobra a la izquierda. Después de las maniobras el objeto se apartó del caza. Todo el movimiento era registrado por los radares de la Base Aérea. Más tarde, uno de los controladores de vuelo de la base, observó a trabes de unos prismáticos la presencia de un objeto, de coloración amarillenta y estático en el cielo. El controlador informó a otros controladores de vuelo, que también pudieron observar la extraña luz, por un periodo aproximado de 3 horas.

El día siguiente, los registros del extraño objeto continuaron, un nuevo contacto del radar fue obtenido por el Centro de Operaciones Militares de Vuelo, en esta ocasión surgieron en la radial 210 grados. Los radares de la TABA no registraron nada. Alrededor de la media noche, también los pudo captar la TABA. Debido a la extrañeza de las dos señales captadas por los dos Centros de Operaciones Militares de Vuelo, despegaron dos cazas F-103, que realizaban vuelos de entrenamiento, para que verificasen la naturaleza de las señales que se presentaban en los sectores sur sudoeste de Anápolis. El piloto no obtuvo contacto ni visual ni de radar, con cualquier aeronave.

Al día siguiente, 30 de abril, ocurrió un nuevo episodio en el que se vieron envueltos otros OVNIS, sobre el área de Anápolis. Esta vez el objeto fue captado sobre los radiales 125/135 grados, con proa a 280 grados, en ruta de colisión con un avión de la Fuerzas Aéreas Brasileñas, que se aproximaba para aterrizar en la Base. El objeto solo fue registrado el TABA. En los radares del Centro de Operaciones Militares de Vuelo, no hubo registros. El objeto se posicionó al sur de Anápolis donde permaneció durante algún tiempo. Mas tarde, cuando el mismo avión despegó con destino a Brasilia, se le solicitó al piloto, que siguiese en dirección al objeto en la tentativa de detectarlo. La tripulación avistó un objeto luminoso intermitente de coloración blanca. En total y solo por el TABA, fueron captados por el radar nueve objetos sobre la región.

Los registros continuaron ocurriendo, El 5 de mayo, alrededor de las 22 horas, TABA detectó un objeto moviéndose en los radiales 115 grados, hacia los radiales 250 grados. Después del registro inicial, surgieron varios otros objetos no identificados en el radar, dirigiéndose en sentido este hacia el oeste, a una velocidad reducida. La altitud estimada de estos objetos, era de 5700 pies (unos 1737 metros).
Con la aparición sucesiva de estos sucesos, fueron realizadas reuniones en el CINDACTA (Centro Integrado de Defensa Aérea y Control del Trafico Aéreo) para hablar de estos casos. Los comandantes y técnicos llegaron a la conclusión de que no hubo error en el radar ni interferencias de algún tipo en el equipo, dejando la hipótesis de objetos sólidos no identificados, sobrevolando la región.

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