INVENTANDO LA RUEDA – ¿Estamos perdido el norte?
En los últimos
años, se han desarrollado un montón de aparatos, usados en el día a día, que
utilizan campos electromagnéticos de alta frecuencia. Desgraciadamente, nadie
sabe a ciencia cierta cómo la exposición a campos electromagnéticos afecta a la
memoria y el aprendizaje en insectos u otros seres vivos, así como en su
desarrollo, genética y descendencia.
Los campos
electromagnéticos se esparcen periódicamente en el tiempo y el espacio.
Chocando contra los seres vivos. Los campos electromagnéticos causan efectos a
nivel molecular pues hay partículas cargadas en las células y los tejidos.
Dichas partículas reciben la energía del campo magnético y la transforman en
energía de movimiento. Estas partículas en movimiento chocan contra las
partículas que están en su alrededor. Se produce, una nueva transformación de
la energía, en este caso, la energía de movimiento se transforma en calorífica.
Este proceso depende de la frecuencia del campo electromagnético y de las
propiedades del tejido biológico, por ejemplo, su conductividad eléctrica y su
constante dieléctrica. Los cuales a su vez son dependientes de la frecuencia
del campo electromagnético. Por tanto, el efecto más claro y patente de los
campos electromagnéticos de alta frecuencia en los seres vivos es el efecto
térmico. Desgraciadamente también existen efectos no térmicos causados por
dichos campos magnéticos de alta frecuencia. Los tejidos biológicos absorben
una máxima cantidad de energía electromagnética cuando la frecuencia de la
radiación corresponde con la frecuencia de auto resonancia del tejido
biológico. Dicha frecuencia depende de la posición y la estructura del tejido.
Hay estudios que
demuestran científicamente el efecto nocivo de la radiación electromagnética en
plantas, así como efectos a nivel genético en vacas. Si los alimentos son
alterados por el mero hecho de estar expuestos junto al ordenador, ¿cree usted,
querido lector, que es inmune a todos estos efectos negativos?
A modo de ejemplo simple:
¿Cuánto tiempo pasó usted frente la pantalla del ordenador a una corta
distancia? Ahora, le propongo algo que le divertirá mucho. Coja una brújula y
pase la frente la pantalla de su ordenador y admire los cambios magnéticos
existentes. Recuerde que usted también está expuesto a dichos campos. El que no
los vea o no los sienta no quiere decir que no le afecten. Los efectos, no
tienen por qué ser inmediatos, pueden ser a largo plazo, véase la nicotina del
tabaco…En estos casos, asociar las causas con el efecto, resulta muchísimo más
complicado.
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