Caso Caçapava Velha 1979
Un impresionante caso de
contacto con tripulantes, ocurrido en Caçapava Velha, São Paulo.
Datos Generales.
Lugar: Caçapava Velha,
São Paulo.
Fecha y Hora: madrugada
del 10 de septiembre de 1979.
Número de testigos: 1.
Tipo: Contacto con
tripulantes de OVNI.
En un artículo publicado
en el periódico “Vale Paraibano”, el 8 de noviembre de 1979, firmado por Camões
Filho, fotos de Jandir Aparecido de Paulo, se informa de un fenómeno ocurrido a
unos 5 kilómetros
de Caçapava Velha, en la hacienda de San Pedro, propiedad del Sr. Haroldo
Araújo de Vasconcelos.
El protagonista de este
episodio, fue el tractorista de esta hacienda, el Sr. Benedito Cristóvão da
Silva.
El 10 de septiembre de
1979, el equipo de investigación del SBEDV (Sociedad Brasileña de Estudios de
Discos Voladores), se traslado ha la hacienda de San Pedro y localizó a Benedicto
en su casa, después de haber vuelto de su trabajo diario en dicha hacienda, al
rededor de las 18 horas. El 9 de junio de 1980 fue realizada una segunda
investigación.
Benedicto nació el 25 de
junio de 1944, y está casado con María Benedita da Silva, padre de dos niños,
estudió hasta 3º de primaria, mide 1,70 metros de altura y pesaba 81,5 kilos, está
acostumbrado a realizar grandes esfuerzos físicos a diario. Al rededor de su
casa Benedicto cuenta con una huerta y una plantación de maíz muy bien cuidada.
A falta de luz eléctrica en el lugar y al inicio, muy temprano, de su trabajo
diario, en la citada hacienda, hace que Benedicto y su familia, se acuestan
nada más que caiga la noche.
Una parte del trabajo de
Benedicto, consiste en dar al ganado diariamente, la ración de pienso. Para lo
cual llena y transporta una carreta, hasta el lugar donde el ganado es
alimentado.
El suceso que hoy traemos,
ocurrió en la época seca, en agosto de 1978, la madrugada de un domingo.
Benedicto, como de costumbre, salió de su casa aproximadamente a la 1 de la
mañana. Después de caminar unos 15 o 20 minutos, llegó a su casa de la
hacienda. A una distancia de unos 200 o 300 metros de esta, se
encuentra localizado un rancho de aproximadamente, unos 50 metros de extensión.
En este lugar, se encuentra localizados varias instalaciones y delante se
guarda un tractor y una carreta.
Como de costumbre,
Benedicto entro en el rancho, encendió las luces exteriores e interiores de la
oficina. Después engancho el tractor a la carreta. En ese momento, vio una
persona sentada en encima de la carreta. Esa persona, con llevaba una luz, le
hizo una señal, para llevar el carro hacia alante. Esa persona era
aparentemente similar a nosotros, poseía una altura aproximada de 1,80metros y
estaba con la cabeza cubierta con un casco que no era transparente, es por eso
que Benedicto no le pudo distinguir el rostro. Iba vestido con un uniforme como
una especie de mono, de tejido holgado y brillante, en la mano derecha, que
estaba unida a un tronco corto, llevaba la mencionada luz, del tamaño
aproximado de un foco de coche.
Benedicto explico que
cuando el ser lo iluminó con la luz, era como si hubiese entrado en un estado
de obediencia. Fue ha sentarse en el tractor, después de recibir del extraño,
por medio de gestos, la instrucción de marchar hacia delante. Así durante 15 o
20 minutos, recorrió cerca de 2 kilómetros, hasta alcanzar el lugar, donde ha
ambos lados del camino, se distribuyen los comederos para el ganado.
Según comenta del SBEDV,
a primera vista puede parecer inverosímil, un extraño, en un lugar recóndito,
actuar de una forma segura, dar órdenes y vigilar un trabajo por este ser,
totalmente desconocido. No obstante, no es el primer caso OVNI, en el que los
supuestos seres actúan de esta forma.
Benedicto descendió en
el lugar de de los comederos (hay 36 en total, cada uno alimenta a tres reses),
para iniciar la distribución de su ración. Después de esto, el llevaría el
ganado hasta este lugar. El ser, descendió también, y se mantuvo a un metro de
distancia observando el trabajo de Benedicto, iluminando con su foco, el
tractor y el camino y comprobando atentamente, que cosas hacía Benedicto.
Después, siguió a pie y
acompaño a Benedicto. En un momento dado, cogió con la mano un puñado de la
ración de pienso, que Benedicto había colocado en los comederos, para olerlo y
después tirarlo al suelo. Según Benedicto toda esta labor, de reparto de comida
a los animales, le llevó alrededor de 1,30 horas, cuando todavía faltaban tres
comederos para rellenar, momento en el que, con la mano, el extraño le hizo una
señal, que fue interpretada por Benedicto, como el momento de volver a subir al
tractor. En ese momento, dirigió el haz de luz del foco hacia el rostro de
Benedicto.
Este con la visión
cegada, no vio más ni al hombre ni al tractor ni ha la carrete. Cuando tuvo
consciencia nuevamente de sí, se encontraba en otro lugar del camino, en la
recta delante de la hacienda. Se encontraba al lado de un extraño aparato que
estaba flotando a medio metro, del suelo.
El aparato parecía medir
unos 12 metros
de largo y unos 3 de altura, se encontraba con la parte delantera inclinada
hacia abajo, en esta parte, se encontraba una puerta donde estaba apoyada una
escalera desde la puerta hasta el suelo, en la periferia del objeto, había
luces circulares de unos 10
centímetros de diámetro, separadas entre sí
aproximadamente medio metro y que cambian de color secuencialmente, del rojo al
verde y al naranja.
Benedicto vio, que a
unos 10 metros
de una valla de alambre, que había en la zona y que servía, para separar los
campos, se acercaban otros tres seres, que portaban igualmente luces,
semejantes a la que llevaba el primer ser que vio. Los tres seres, para el
espanto de Benedicto, pasaron por la cerca, como si esta no existiese. Dicha
cerca esta compuesta por cuatro alambres, quedando el más alto, a
aproximadamente 1,60
metros del suelo. Oyó o le pareció oír, que estos seres
se comunicaban por medio de una lengua, cuyos sonidos parecía muy sibilante.
Según Benedicto, estos
seres iluminaban el suelo con los haces de su focos, como si estuviesen
buscando algo. Cuando Benedicto intentó averiguar de que se trataba, los seres
lo iluminaron con las luces de sus focos y de esta forma, Benedicto sentió que
disminuía su fuerza y su poder de atención.
Benedicto cree que paso aproximadamente
en este lugar unos, 15 o 20 minutos, hasta que su acompañante le hizo señales,
para que diese 4 vueltas en torno al aparato, mientras que el ser también lo
acompañaba. Los otros tres seres habían entrado en el vehículo. Primero
subieron por la escalera y a continuación, atravesaron una plataforma fijada
longitudinalmente al aparato y que llegaba a alcanzar la parte de cola, en esta
parte los seres desaparecieron, aparentemente descendiendo al interior del
aparato, según le pareció observar a Benedicto.
Después de dar las 4
vueltas al objeto, Benedicto recibió la señal de su acompañante de que parase.
Posteriormente volvieron a salir del aparato los tres seres, pero esta vez lo
hicieron por la puerta delantera, que se abrió deslizándose hacia un lado.
Los tres seres después
de haber bajado del aparato, conversaron nuevamente entre sí.
El que acompaño a
Benedicto, le hizo otra seña con la mano, para que subiese y en ese momento,
volvió a iluminar con el foco, el rostro del testigo. De nuevo Benedicto,
volvió a perder la noción de lo que estaba sucediendo y cuando volvió en sí, ya
había regresado donde se encontraba el tractor, viéndose de pie al lado de este.
Allí y a su lado, se
encontraba también el ser, que siguió estando con él durante unos minutos más.
En ese momento, Benedicto se dio cuenta de que estaba amaneciendo. Entonces su
acompañante accionó una potente luz, que emitió una luz anaranjada, el haz lo dirigido
hacia la nave, esta todavía se encontraba cerca del suelo y a unos 2 kilómetros de
distancia, de donde se encontraban y fue reconocida por Benedicto por las luces
de un color rojo medio apagado. Desde el objeto y como si esta respondiese, se
observaron, unos haces de luces, que variaban del verde al naranja y al rojo. Incluso
Benedicto observó que los haces de luces, se dirigían hacia lo alto, el suelo
también estaba iluminado.
El ser y Benedicto,
dieron entonces, dos vueltas alrededor del tracto y después el ser, le hizo una
señal, de que también este iba a subir a la nave. A continuación, este ser se
elevó rápidamente por los aires cerca de unos 20 metros. En esta ocasión,
Benedicto solo podía distinguir la luz del foco que subía, ya que antes de
elevarse, el ser había iluminado con el foco nuevamente el rostro de Benedicto,
cegándolo y así no pudo observar bien lo ocurrido.
Después de elevarse el
ser, Benedicto vio la luz del foco, como se desplazaba, alejándose en un plano
horizontal, hasta unos 2
kilómetros y en ese momento, fue cuando esta se apagó,
pero aún seguía distinguiendo las luces rojas de la nave, en el lugar donde
había aterrizado. Después de unos 2 minutos, los focos del aparato se pusieron
intermitentes en color verde, naranja y rojo.
Eran las 5,30 horas de
la mañana, aproximadamente, cuando Benedicto pudo entonces distinguir, el
contorno del aparato contra el cielo, que comenzaba a aclarar, de esa forma vio
que el aparato comenzaba a elevarse hasta unos 10 metros. En esta
ocasión una voluta de humo apareció por debajo del aparato. Desde ese momento,
Benedicto ya no vio más la nave.
Llegó a su casa
alrededor de las 6 horas, se encontró con otro empleado de nombre Alfonso
Enríquez y le relató el episodio, también se lo contó al administrador, Pedro
Lobato. Más tarde, Alfonso Enríquez, iría al lugar donde se encontraban los
comederos, para rellenar los dos que faltaban por ser rellenados. Benedicto, siguió
trabajando hasta las 10 como de costumbre. Su compañero también dijo que había
visto la luz roja del aparato.
Al ser verificado
posteriormente el rancho y realizarse el inventario, se constato que nada
faltaba, pero se noto que en la sala de siembra, las luces habían sido cogidas
por alguien. En las otras habitaciones, las luces estaban fuera, de acuerdo con
las órdenes ejecutadas por Benedicto en este sentido.
Días después, en un
miércoles el fenómeno ocurrió nuevamente.
Alrededor de las 5 de la mañana, la misma nave se le apareció a
Benedicto, cuando este salía de la hacienda, a unos 200 metros, vio a una
altura de 15 a
20 metros
el objeto, que se elevaba y descendía un poco.
Benedicto pudo ver
nítidamente los haces de los focos en verde, rojo y naranja. Entonces dio la
vuelta con el tractor y de acuerdo con la promesa, que le había hecho al
administrador Pedro Lobato, fue ha avisarlo inmediatamente del nuevo
avistamiento.
Este último, no se levantó de la cama inmediatamente.
Cuando los dos, media hora más tarde volvieron al lugar del avistamiento, no
había ninguna señal del disco volador.
Posteriormente el
horario de trabajo de Benedicto fue cambiado, iniciando su jornada laboral a
las 5 de la mañana.
Dos años después del
episodio, la SBEDV,
realizó una 2º visita y Benedicto les informo, que el episodio le había dado
más capacidades para su trabajo y una conversación mas desinhibida.
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