Simposio de Pocantico. 5 Trazos en el radar.
El Señor
Velasco, presenta ejemplos de rastros en el radar, extraídos en parte de los
dossiers del GEPAN/SEPRA (ver apéndice 1).
Explica, que
el “catálogo Weinstein”, (en proceso de elaboración por el GEPAN/SEPRA),
contiene 489 casos, de los que 101 (21%), eran casos de radar/visuales, (casos
que comportan a la vez una detección en el radar y una observación visual) y
que los dossiers del proyecto US Air Force Blue Book (Proyecto de la Fuerza Aérea de Estados Unidos,
Libro Azul. Nota del Traductor), comprendían 363 casos, de los cuales 76 (21%)
eran radar/visuales.
Desde 1945,
los informes sobre los casos aeronáuticos han sido compilados, por orden del
Jefe de Estado Mayor de las Fuerzas Aéreas francesas.
A partir de
1977, las informaciones sobre las observaciones civiles y militares efectuadas
en el espacio aéreo francés, han sido trasmitidas al GEPAN/SEPRA (ver apéndice
1).
Es necesario
puntualizar, que las informaciones de los radares civiles, se limitan normalmente
a objetos equipados de un transpondedor, mientras que los radares militares,
pueden detectar todo objeto de una superficie superior a dos metros cuadrados
en superficie equivalente radar.
Desde 1982,
doce casos aeronáuticos ocurridos en Francia, han sido comunicados al
GEPAN/SEPRA.
Solo tres o
cuatro de entre ellos, pueden ser considerados como casos radar/visual de
observación OVNI.
Uno de estos
casos es particularmente interesante.
Ocurrió el 28
de enero de 1994, a
unos 70 kilómetros
al sudeste de Paris, a una altitud de 11.700 metros, en
excelente condiciones meteorológicas.
Un objeto fue
observado en principio por un auxiliar de vuelo, que por casualidad se
encontraba en la cabina del piloto, a continuación su observación fue
confirmada por el copiloto. Posteriormente el comandante observa el objeto.
El objeto se
encontraba por encima de una espesa capa de altocúmulos a 10.500 metros de
altitud.
El comandante
describió el objeto como un disco inmenso, (de alrededor de 1.000 metros de
diámetro y 100 metros
de altura), con bordes ligeramente borrosos.
Los testigos
perdieron de vista de repente el objeto, cuando sus bordes parecieron volverse
completamente borrosos, a continuación el objeto desapareció.
Una traza en
el radar concordante pudo ser obtenida desde el Centro de Control Aéreo Militar
(ATC).
El objeto fue
perfectamente detectado en el radar durante 50 segundos.
Su velocidad
aparente fue evaluada primeramente en unos 100 nudos (unos 55 metros/segundo. Unos
198000 Kilómetros/hora. Nota del Traductor), más tarde a 84 nudos (unos 42
metros/segundo. Unos 151200 Kilómetros/hora. Nota del Traductor) y finalmente
en cero.
Su altitud no
fue registrada por el radar.
El radar,
igualmente sigue un aparato comercial cerca y parece encontrarse en buen estado
de funcionamiento.
También parece
que existe una buena correlación, entre los elementos medidos por el radar y
las observaciones visuales.
El Señor von
Ludwiger, aporta igualmente algunas informaciones sobre las trazas de los
radares, extraídos en parte, de los resultados de los estudios, que el lleva a
cabo en colaboración con otros miembros de la Mutual UFO Network (MUFON)
Central European Society (MUFON-CES)
Durante
algunos años, pudieron obtener grabaciones radar de los centros de controles civiles
y militares.
El centro de
control militar Suizo, fue particularmente cooperativo y proporcionó varios
cientos de horas de grabación radar en un periodo comprendido entre 1993 y
1996.
Bélgica
proporcionó igualmente datos radar, gracias a las buenas maneras del Profesor
A. Messens (SOBEPS, 1991).
Los sistemas
de radar de los centros de control militares, presentaron datos en tres
dimensiones, mientras que los sistemas civiles, solo presentaron datos en dos
dimensiones.
La mayoría de
los sistemas civiles de radar, solo detectaron los aparatos equipados de un
transpondedor.
Esto es por
lo que los radares civiles no son eficaces en general para el estudio de
objetos no identificados.
Por otra
parte, los sistemas de control aéreo, son conocidos por grabar solo los
objetivos, cuyas características de vuelo corresponden a ciertos parámetros.
Por ejemplo,
todo objeto que se desplaza a una velocidad superior a Mach 4 o que no siga una
trayectoria regular, será rechazado por el sistema, independientemente que se
trate de uno civil o militar y no será seguido por el radar.
Por otra
parte, las condiciones de una buena grabación de radar, son diferentes de
aquellas que corresponden a una buena observación visual.
Un objeto
volante a baja altitud, será visible más fácilmente, pero en general no podrá
ser detectado en el radar.
En los
Estados Unidos, los radares de la Federal
Aviation Administration (FAA), graban sistemáticamente sobre
banda todos los ecos y no solamente los aviones equipados de transpondedor.
Por supuesto,
los sistemas de radar solo graban los objetos bastante cercanos y que vuelan a
una altitud suficientemente alta.
Aunque sea
poco probable, que los investigadores privados puedan tener libre acceso a
estas grabaciones, existen algunas excepciones en el pasado.
Estas bandas
pueden proporcionar una prueba física que confirme los testimonios visuales
fiables.
En ese caso,
las grabaciones pueden ser comparadas a los testimonios para determinar si el
objeto observado ha sido igualmente grabado en el radar y si fuera el caso,
para obtener las estimaciones precisas de la velocidad.
De acuerdo
con el Señor von Ludwiger, numerosos fenómenos, que implican a la vez
observaciones visuales y detecciones en el radar, se produjeron en el espacio
aéreo suizo, pero las grabaciones de radar no se encuentran disponibles.
Sin embargo
en el caso que se produjo el 5 de junio de 1996 sobre las 2,30 horas de la
mañana, las grabaciones del radar fueron comunicadas.
Seis agentes,
de los cuales algunos eran controladores aéreos, del centro de control militar
de Dübendorf, Suiza, observaron desde el inmueble de Klothen, un gran disco
plateado situado aparentemente a una distancia de alrededor de 1.700 metros.
Parecía dar
vueltas y oscilar a una altitud comprendida entre 1.300 y 2.000 metros.
Tres radares
grabaron un eco correspondiente al objeto.
El Señor von
Ludwiger menciona igualmente otros ejemplos de ecos de radar, entre los que
algunos siguen curiosas trayectorias, diferentes a las de las aeronaves
convencionales.
La identificación
de estas trayectorias singulares tuvo lugar, como de costumbre, algún tiempo
después de los sucesos, después de analizar los datos del radar.
El Señor von
Ludwiger piensa que se trata de una de las razones por las que (excepción hecha
de dos casos) no fue posible encontrar observaciones visuales correspondientes.
El Señor von
Ludwiger estima que, en un gran número de casos, una refracción atmosférica
anormal pulsos de radar, constituyen la explicación más probable, pero en
algunos casos, los radares han grabado largas trayectorias continuas que
podrían provenir de objetos reales (ver apéndice 4).
Como
resultado de estas exposiciones, el Comité concluye, que el análisis de las
grabaciones de radar, constituye una actividad muy específica, que requiere la
participación de los expertos (ver a este respecto el apéndice 4).
El Comité
puntualiza igualmente, que las informaciones proporcionadas por los radares
militares, solamente pueden ser obtenidas con la cooperación de las autoridades
militares, cooperación raramente aceptada.
A pesar del
interés evidente de los casos presentados por el Señor Velasco y el Señor von
Ludwiger, la continuación del estudio del fenómeno OVNI, en el examen de los
casos radar/visual, solo será posible, si las autoridades competentes reconocen
la utilidad de un organismo oficial de buscada sobre los OVNIS, (como se ha
producido en Francia) y proporcionaran a los investigadores el libre acceso a
las informaciones clasificadas.
Para
facilitar a la organización sus investigaciones, será preciso implantar módulos
de programas informáticos, adaptados a los de los sistemas operacionales que
podrían leer y memorizar los datos disponibles, sin interferir con el objetivo
principal del sistema.
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