Simposio de Pocantico 3 Pruebas fotográficas.
Las fotografías pueden contribuir a una mejor
comprensión del fenómeno OVNI, si su autenticidad permite apartar todo riesgo
de un engaño.
También es muy interesante que las fotografías
concuerden con un testimonio ocular fiable, pero es muy difícil cumplir con
estos requisitos (es el caso de las estaciones remotas de observación
científica), debido a la naturaleza impredecible de los acontecimientos OVNIS
(manifestaciones que dan lugar a los informes).
La organización de un programa de observación muy
rigurosa, es indispensable para poder garantizar la conformidad y la
autenticidad del material y de los datos obtenidos.
Este paso ha sido adoptado por Strand y se encuentra
desarrollado en la 6º parte.
Sin embargo, tal material funciona habitualmente de
manera automática, por lo que es muy poco probable que un testigo ocular
acompañe la obtención de las imágenes.
A pesar de esto, las pruebas fotográficas, relativas a
las manifestaciones de OVNIS inesperadas e incomprensibles, son a veces
obtenidas.
En este caso, a menudo (pero no siempre) hay un
testigo ocular.
Pero como la obtención de estas imágenes no está
prevista, el material, el análisis de la operación y los datos no son
perfectos. De hecho, puede haber duda sobre la autenticidad de las fotos.
El Doctor Richard F. Haines (de Los Altos,
California), presenta en detalle, un caso de fotografía insólita, en la que el
aspecto extraño, pasó desapercibido al fotógrafo, cuando tomó la imagen.
El suceso tuvo lugar en la Isla de Vancouver, en la Colombia Británica,
en Canadá, el 8 de octubre de 1.981, sobre las 11 horas de la mañana, hora del
Pacífico y ha sido informada con precisión (Haines 1.987).
En 1.984 se le prestaron al Sr. Haines, dos negativos
fotográficos, de una película de 35 milímetros en color:
El primer cliché, muestra un niño de pie delante de
una chimenea, el segundo muestra una montaña, fotografiada de día, con árboles
de hojas perennes en la parte inferior y una nube blanca cerca de una cima.
El elemento extraño de la segunda imagen, es un objeto
plateado, de forma oval, que contrasta con el cielo azul.
El fotógrafo, acompañado de su familia, se había
parado en un parque canadiense y viendo de la belleza del paisaje, había
decidido tomar una foto.
Dos años después del suceso, el Sr. Haines y su padre,
Donald Haines, pasaron cuatro días con la familia, visitando su casa y el lugar
donde se tomó la foto (al norte de la Rivera Campbell, en la Columbia Británica).
Felizmente, las condiciones meteorológicas eran
similares a las del 8 de octubre de 1.981.
Donald Haines, ingeniero civil colegiado y fotógrafo,
efectúa un estudio topográfico de la zona correspondiente.
El objeto resulto ser un disco, en el que los bordes
estaban inclinados hacia abajo, talvez coronado por una “cúpula” o
protuberancia redonda.
Richard Haines proporciona las informaciones
detalladas sobre la cámara fotográfica, el objetivo y la película.
El Sr. Haines, analiza el negativo con la ayuda de un
micro desintrómetro (es un dispositivo que mide el grado de oscuridad densidad optica de un material semitransparente, o de una superficie reflectante.
Nota del Traductor). El cielo azul y las nubes eran muy brillantes y el punto
más luminoso sobre el disco, era aún más brillante.
El grado de luminosidad del brillo del disco, fue
medido y se encuentra correspondiendo a la brillantez de un objeto metálico de
reflexión difusa, cuya forma corresponde a la descrita por el fotógrafo y que
concuerda con la posición conocida del sol.
Las ampliaciones en blanco y negro de la fotografía de
color, fueron igualmente realizadas sobre papeles de diferentes sensibilidades.
El negativo fue también escaneado numéricamente con un
desintrómetro de barrido Perkin-Elmer, utilizando tres filtros de color que
corresponden a las tres capas de color de la película.
El Sr. Haines, se esfuerza por encontrar una traza de
doble exposición, pero en vano. Busca igualmente la presencia de un
alineamiento lineal significativo de los píxeles o de la granulación, que
habrían señalado la presencia de un tratamiento o de un hilo, en el caso. de
que el objeto fuera un modelo reducido enganchado a un globo, pero no ha
encontrado ninguna traza.
El Sr. Haines busca una diferencia de nitidez en los
bordes, que podría haber sido producidas por un movimiento lineal durante la
exposición, sin resultado.
El Sr. Haines, intenta también identificar el objeto
de la fotografía.
En particular, contempla la posibilidad, de que se
tratase de un Frisbee fotografiado en el aire.
La familia, efectivamente posee un Frisbee, pero su
color era negro mate, sin brillo y estos niegan fervientemente haber hecho la
foto de esta manera.
El Sr. Haines realizó unos intentos con otros
Frisbees.
Fija una cúpula sobre un Frisbee e intenta hacerlo
volar, pero no consigue que se eleve más de tres metros.
El Sr. Haines estima también que un Frisbee habría
presentado un contorno desenfocado, fácilmente detectable en la fotografía.
Este caso muestra bien los exámenes detallados que
pueden ser realizados con el material de análisis moderno, pero tiene el enorme
inconveniente de no coincidir con un testimonio ocular.
Aunque el comité quedó impresionado por el estudio
minucioso de la fotografía, llevado acabo por el Sr. Haines, este comité se ha
preocupado por la posibilidad, que una anomalía o una imperfección, se haya producido
durante el revelado de la película.
Ha habido un importante debate sobre el punto capital
siguiente: ¿un objeto puede aparecer en una fotografía, sin que se de cuenta el
fotógrafo y su entorno?
La fotografía fue tomada con un aparato réflex, lo que
implica que el objeto debía de encontrarse en el campo de visión del objetivo,
cuando la foto fue tomada.
El Sr. Haines explica que existen trabajos, mostrando
como puede producirse una “ceguera” impidiendo percibirse los objetos visibles
en la naturaleza.
El Sr. Louage (Dr. François Louange, Director General
de Fleximage en Paris, Francia) subraya igualmente, que un objeto pequeño,
angular, estacionario y en el que la presencia no se ha probado a menos de que
fuese un objeto en movimiento.
El comité declara que el análisis detallado de las
pruebas fotográficas no son suficientes en sí mismas para convencer a un
científico de la realidad de un nuevo fenómeno extraño, salvo si un cierto número
de condiciones suplementarias estuvieran implicadas (ver anexo 2).
Inquieta también el hecho que, las técnicas digitales
modernas son ahora fácilmente accesibles a los laboratorios fotográficos, la
posibilidad de una falsificación nunca puede ser eliminada, sin testigos
oculares que confirmen las imágenes.
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